Todos provenimos del mar, pero no todos somos del mar. Ella es un fragmento del mar, un recuerdo vivo de una tarde sobre la arena y una noche iluminada por las estrellas. El agua la invita a sentir, a sumergirse en sus emociones y fluir con la corriente. Todas estas sensaciones se encapsulan en nuestro bolso de mano, confeccionado en piel verde esmeralda y detalles en tono conde gris. Las manijas, adornadas con flecos en verde metálico, añaden un toque de sofisticación. La ilustración de una silueta femenina, acompañada de una frase que solo aquellos enamorados del mar comprenderán, completa esta pieza única. Lleva contigo el espíritu del mar y déjate llevar por su eterna magia.